
El director Efraín Morales afirmó que el abasto nacional está asegurado y se avanza conforme al tratado internacional
Durante su visita a Ciudad Victoria, el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales López, garantizó que el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos no comprometerá el suministro para consumo humano ni para los distritos de riego en el país.
En entrevista, Morales López señaló que la entrega de agua a Estados Unidos se realiza de acuerdo con el plan previamente establecido y con estrategias que priorizan el abasto interno. “Vamos conforme al tema programado para que no haya afectaciones a los distritos de riego. Ya con lo que se está haciendo, va a salir”, declaró.
El tratado establece que México debe entregar 1.3 millones de acres-pies de agua —equivalente a unos 1,603 millones de metros cúbicos— en un ciclo de cinco años, el cual concluye el 24 de octubre de 2025. Este volumen proviene principalmente del río Bravo, mediante aportaciones de presas como La Amistad, en Acuña, Coahuila, y Falcón, en Matamoros, Tamaulipas.
Para supervisar el cumplimiento del acuerdo, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) ha sostenido reuniones técnicas con Conagua, con el objetivo de establecer medidas frente al escenario de escasez provocado por la sequía.
Morales López fue enfático al afirmar que el abasto nacional no está en riesgo. “No hay afectación. Lo que te puedo decir es que está garantizado el consumo humano y también el plan de riego conforme se aprobó a inicio de año. No habrá problemas para los distritos ni para el uso doméstico”, aseguró.
Entre las estrategias adoptadas destacan la transferencia de agua entre presas y ríos, así como proyectos estructurales como la tecnificación del riego, plantas desalinizadoras para uso agrícola y el aprovechamiento de aguas subterráneas en zonas como Matamoros y Reynosa.
El funcionario adelantó que estas acciones no solo buscan garantizar el cumplimiento del actual ciclo del tratado, sino también sentar las bases para un nuevo esquema que atienda de forma equilibrada las necesidades internacionales y las demandas hídricas del país.